Skip to content Skip to footer

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible como fundamento para la revisión de los modelos de negocio

Mantener la competitividad exige un esfuerzo constante que pasa por crear valor de manera continua y ponerlo a disposición de los clientes. Esto significa innovar en todos los procesos y gestionar de manera profesional para que resulten eficientes.

Los cambios del mercado hacen que el proceso se retroalimente de manera continua procurando mantener una actitud proactiva más que reactiva y elaborando una planificación estratégica que permita no sólo considerar los aspectos internos, sino también el entorno, procurando observar cómo será nuestro futuro previsible y así actuar desde el presente para que podamos modificarlo.

En esta tarea se nos presenta un reto considerable y una oportunidad, revisar nuestro modelo de negocio a la luz de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entendidos como un reto común que afecta a todos y de los que no podemos sustraernos a riesgo de perder competitividad.

Cuando los momentos son difíciles -y ahora lo son- cabe caer en la tentación de actuar con una visión cortoplacista, generar economías de subsistencia, dejar de lado el concepto de “sostenibilidad” considerando que bastantes problemas hay como para preocuparse de ella, entendiéndola como algo relacionado exclusivamente con el medio ambiente. Aún con la importancia que así ya tendría, no supone más que uno de los múltiples aspectos contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que todos debemos conocer y considerar.

Desde M2M os invitamos a visitar https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/   

La responsabilidad de las decisiones individuales, la conciencia de la huella social, está cada vez más presente en la conciencia de los ciudadanos influyendo cada vez más en los mercados y esta es una razón más para que los modelos de negocio se revisen a la luz de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Evaluar cómo contribuimos a conseguir estos objetivos y cómo facilitamos a nuestro entorno, sobre todo a nuestros clientes, que también ellos puedan contribuir a conseguirlos es un ejercicio irrenunciable y urgente.

Iniciar el proceso ha de estar motivado por la Dirección y ha de alcanzar a toda la organización y a todas las áreas de actividad, integrándose en los procesos de planificación y de gestión como un elemento más, de tal modo que sea posible su evaluación.

Quien considere esta visión como irrelevante o incluso inútil, debiera recordar momentos anteriores cuando se planteaba el concepto “calidad” como algo esencial para competir. Hoy, la calidad hace referencia no sólo al producto o a los servicios, sino también a la calidad de vida de las personas, con una visión global y una actuación local, y lograrlo pasa por considerar todos y cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sergio González Reyes

Socio Consultor M2M